Anoche hablé con la luna, la que te baja y puse a tus pies.
De tus noches en que ella velaba tu sueño, me contó, Y de las que en vela tú pasaste. Otros detalles sé, que mi voz calla.
Hoy la versad me da la razón, todo lo que no entendí tiene sentido.
Me confirmó que en tu pasado quedé, y que allí mis regalos arrojaste, incluso el libro aquel de versos.
Ahora sé cómo vino a mí, a mi ventana. A ella, la luna, también la soltaste.