Doncella de azules vestidos
la lluvia enternece tu danza
las voces al fiero compás
más tus oídos nadie alcanza.
Jilguero en tu nido que cantas,
mece sus ramas el roble
que ve tan simple y tan noble
tus pasos en noches tempranas.
Doncella es dócil la hierba que pisas
Doncella es frágil tu voz reservada
es trémula la llama divisada.
Más eres la brisa y las aguas
del río y un invierno tardío.
La llovizna da un nuevo comienzo
y tu baile recupera el aliento.