Sueño
y apenas existo
somos sueño eterno
luces que se encandilan
vienen a buscarnos
Veo entre los agujeros de la memoria
el niño yace en el hombre
antiguo guía del alma
Y queda el misterio de tu vida
como una huella en mí
chispas de nostalgia
que colman la distancia
Imágenes fluorescentes
que encierra la memoria
manchas en el cuerpo
ambiguas verdades
Música milagrosa
en el torbellino del ángel
el nombre son sus alas
en el despertar celestial
Bajan del cielo
al infierno del placer
y entre tenues luces
inventan infinitos paraísos
En vano soy una lluvia
bajo tu mirada abierta
que todo lo descomprime
y la distancia nos dirá
donde nace el bien y el mal
Más busco menos veo
y la noche estrellada pinta su mueca inocente
el desierto escapa del tiempo
entre lágrimas siderales vacío de respuestas
errantes del misterio
Creo ver el final de este adiós...