Se presentan ante mi
como gotas de la lluvia
razones sin razonar,
se postran miles de dudas
cual estrellas de un confín
o los granos de un trigal.
Amanece y en penumbra
mis ojos, pierden la vista
ante tanta claridad
sabiendo que es inmortal
de entre la muerte, la vida
que se vive en sepultura.
Y me muerden y me arañan
el corazón y la mente
injusticias que no acaban,
mas siendo causa perdida
intento hacerme mas fuerte
y aún así, nada me salva.
Como las aguas emergen
de una tierra prometida
y entre barrancos se pierden,
como el aire que respira
el condenado a su muerte
y mientras muere, suspira.
Ante mi, se alzan dudas
cual cuchillos afilados
bien dispuestos a cortar,
por querer bien, tengo mal
por perdón, tengo el pecado
por salvación tengo culpa.
Me lastiman, me hacen daño
tantas veces la mentira
que la tomo por verdad,
y niego la realidad
de esta carne ya podrida
que las dudas me han dejado.
No he de ver la luz del día
ni la noche, mas oscura
si no consigo cambiar,
y arrastro penas y culpas
por creerme mis mentiras
o tan solo, por dudar.