Roma.

Confundido

Me asusta quererte
cuando vos cambiás de clima,
cuando un día me abrazás el alma
y al otro te escondés del amor.

Yo me quedo quieta,
mirando tus mareas,
preguntándome si soy yo
o si es tu miedo el que tiembla.

Y aun así,
con el corazón alerta,
me nace quererte… eso también es elección.