En la oscura noche seré tu pantera,
en el océano tú serás mi sirena.
Es la belleza de tu rostro que me seduce;
si no.... es por Dios,
caigo en un abismo.
¿Dime qué ocultas en tu mirada?
Muero en la indirecta,
sin entender nada.
Dime que tu amor se oculta detrás de la neblina;
en tu voz caigo a la muerte,
sin saber qué se avecina.
¿Eres la flor en el desierto
o tu ciencia Cleopatra?
Dime: ¿qué hace este pato sin su pata?
Mírame a los ojos sin decir
que tus ojos me dominan,
que tu risa a mí me hechiza
y tu cuerpo a mí me encanta.
Mmm… ya sé:
quieres que mi mente sea un torbellino,
que te sienta mía
y, al final, irme porque te encontré.
¿Dime si vas o vienes?
Le pregunté al poeta por usted.
Dijo:
“Niña y mujer,
niña de aventuras,
mujer de frenesí.”