La Dama Morena, me llama insistente,
con voz seductora, y semblante ausente.
Me invita a su reino, de eterno descanso,
pero mi alma aún tiene, mucho que hacer,
\"Aún no es tu hora\", le digo con pesar,
\"me falta vivir, me falta amar y soñar\".
\"Tengo metas pendientes, sueños por cumplir,
y a mi lado, aún hay gente, a quien debo asistir\".
Me responde serena, con fría calma,
\"el tiempo es relativo, el alma se desarma.
Tu destino te espera, en mi sombrío lugar,
pero te concedo tiempo, para continuar\".
Agradezco su gracia, su cruel bondad,
y prometo vivir, con intensidad.
Aprovechar cada instante, cada emoción,
y dejar un legado, en cada corazón.
Porque sé que un día, su llamado oiré,
y a su lado, sin dudar, marcharé.
Pero mientras tanto, viviré con fervor,
y disfrutaré cada instante, con amor y valor.