Alejandro Diaz Quero

LA PALABRA DE HONOR.

 

Hace mucho la palabra comprometida

era como un serio documento,

que consistía en una garantía 

de lo prometido en algún momento.

 

Si se pedía un préstamo en dinero 

y la palabra era el compromiso,

el préstamo era pagado 

cumpliendo con el compromiso.

 

La palabra de honor 

era tan respetada y valiosa,

que no hacía falta un recibo 

o ninguna otra cosa.

 

La palabra de honor

era la mejor garantía,

para cumplir un compromiso 

con responsabilidad e hidalguía.

 

Cumplir con un compromiso

se hacía de forma elegante 

y la palabra de honor

valía más que un diamante.

 

Todo el que cumplía a cabalidad

con la palabra empeñada,

adquiría buena reputación 

y era muy respetada.

 

Hoy nadie confía en nadie

se perdió el pundonor

y el que necesita un préstamo 

debe buscar un fiador.

 

Alejandro Díaz Quero 

Villa de Cura,09/12/2025.