\"La civilización se basa, pues, en la represión de los instintos\"
(Sigmund Freud, El Malestar en la Cultura, 1930)
\"De Sexo y Nación Impotente\"
Viriles virtualmente eunucos,
síndrome sexual del tiempo corriente,
esposas que buscan a sus maridos y
amantes que buscan sus espejos...
Obscenidad negada a los hombres
de \"buena voluntad\" y a los próceres
muertos sin nombres, a los caudillos
sementales degollados y traicionados,
a las estrellas extintas de América del Sur...
Titilando...
Semiapagadas...
Titilando...
Proclamando aún la libertad,
la justicia, el consuelo y el anhelo.
Patrones serviles de deseos extranjeros,
cipayos subdesarrollados, obedientes a
opresoras dictaminaciones de naciones
imperialistas, que oran por la lealtad de
los fríos corazones y la irracionalidad...
Razón...
Razón...
¡Negada a los tiranos!
Razón...
Razón...
¡Que se dispara a los tiranos!
Impactando en lo profundo de su
entreverado hueco (corazón).
Sin razón...
El corazón...
Impotentes viriles de tiempos modernos,
voces que alzan su tono, en pose fascista,
innecesario comando; mujeres sin sus novias,
hombres sin sus amantes, amantes sin espejos...
Espejos sin el debido reflejo, ni rostro.
Otorgado síndrome político-sexual
del tiempo corriente;
patrióticas y sensuales ambiciones
que vivimos...
Hernán J. Moreyra