Más allá de pensamientos, recuerdos y expectativas,
donde uno se pierde sin darse cuenta,
más allá del ajetreo, del ruido
y de toda distorsión.
Bajo el abrigo del instante,
donde el tiempo se disuelve
en un presente eterno:
Sin prisas,
con aliento, presencia
y serenidad.
En el aquí y el ahora,
con plena conciencia,
¡existe ese lugar!
“Pasó toda su vida
buscando entender
el aquí y el ahora,
hasta que, finalmente,
despertó en él.”
Por eso, si deseas hacer algo distinto:
hazlo solo.
Escoge un lugar.
Guarda silencio.
Observa…
Y ponte a escuchar.