Las dos Caras del Tiempo
Los días son aguas que nos arrastran,
estamos sometidos bajo sus corrientes.
Su caudal es salvaje, nadie lo domina,
aun la fuerza de la juventud se tambalea.
El simple espera siempre buen clima;
quien confia en Dios trabaja la tierra,
cosechar la fe da obras con buen fruto.
Guarda el joven mientras se debilita,
su vejez tendrá alimento en su tiempo.
Pero nunca apartar el corazón de Dios,
será tu recompensa en la finitud de tus días.
El necio se enaltece en su corazón
Y niega a Dios en su trono diciendo:
¡Hartémonos! ¡la muerte nos reduce a nada!
así todo lo que hace le sirve de nada.
Y niega a Dios en su trono diciendo:
Gastaré y acumularé bienes en el polvo.
Y niega a Dios en su trono diciendo:
soy bueno, recto a mis ojos, propone su corazón;
pero maldice el tiempo pensando que hay un Juicio.
El tiempo es enemigo de los que olvidan al Señor,
pero el creador bendice a los que recuerdan sus beneficios