El tedio te aprisiona las entrañas
con dolo, en este mundo con marañas.
La voz con la palabra se acongoja
y el tedio de los ánimos despoja
tan libre como el viento que deshoja
los árboles con burda paradoja.
El tedio no es casual ni tan benigno
si sientes que te vuelve más indigno...
El tedio hay que vencer como alimañas
si sientes que te mata o que te afloja
los pasos que te lleven a ser digno...