Alvaro S.

¡MALDITA SEAS!

¡MALDITA SEAS!

​No importa dónde esté; la maldita necesidad me persigue.

Es la adicción a querer algo que jamás será mío.

​Me has vuelto adicto al nerviosismo.

Cada vez que te veo, la vida se para y mi mente se inunda.

​Mi corazón se comprime hasta el punto de la asfixia.

Desde ese día, mi existencia está saturada por ti.

​Tu presencia me obliga a escribir un diccionario de palabras que no existen,

porque ninguna frase alcanza a expresar esto que siento.

​Y aunque intente alejarme, regreso.

No eres mi cura: eres mi ponzoña.

Y me declaro adicto a tu dosis.

Autor: Álvaro s.