Carlos Baldelomar

+ VOCACIÓN DE TARDE +

la tarde

es siempre la dama tranquila

que sabe desnudarme

con su habitual paciencia

 

me desgaja,

una a una,

las nostalgias de los ojos

y me las acomoda

con sus cálidas manos,

en un rinconcito de mi pecho,

justo ahí

donde dicen

que aún queda algo

de corazón

 

y mientras todos

se entretienen en la tarde,

entre la rutina,

entre historias,

entre el fútbol

y sus goles,

yo… solamente

te extraño

 

te extraño casi

como un oficio del alma,

con esa manía

de buscarte en los ojos

de una muchacha cualquiera,

en la extraña

de la mesa de enfrente

que también guarda

la soledad

de alguien

que aún no llega

 

y yo me quedo,

como es ya mi costumbre,

imaginando que tal vez vos,

en otra tarde,

en otro sitio,

también recordás

algún instante

que fue nuestro

 

y que ojalá,

aunque sea un momento,

te dé por extrañarme

un poco.