EL QUETZAL EN VUELO

TU TIEMPO COMPARTIDO     

Ya sé, que no eres el pastel de regalo en mi cumpleaños. Tampoco la vela que servirá de vehículo para llevarme al deseo de esta primavera, cuando sople sobre su llama. Sólo soy dueño de una parte de ti, Soy el último momento de tus sueños antes de despertar. La imagen escondida en el espejo antes de tu trabajo y después de la oficina, sentada frente a un tinto y cavilando la vida.

 

Cuando me hablaste de tu vida antes de mí, pensé en la construcción de un sueño sobre la arena. Era como sembrar un árbol sin raíces, escribir en el aire con el humo de tu cigarrillo y después… lo inevitable; te colaste por las rendijas de la soledad, con sentimientos equivocados, sembraste en lo más fértil de mi esperanza, lo que hoy ha crecido dando frutos, sin cosechar.

 

Pareciera que sembramos el manzano donde Eva tomo el fruto para Adán. Tantos cielos y volar en el mío. Tantas tragedias en los tangos de Gardel y venir a refugiarte en mi canción. Tantos sueños por escoger y me das el tuyo como si fuera el único entre mil noches. Tantos ojos, tantos labios que leyeron mis poemas y fue el tuyo el que coloco el gozo en mi alma de ser leído.

 

Los cuatro caminos de mi vida se relacionan con las estaciones del año. Estoy en el otoño y la escarcha en mi pelo, delatan el invierno de dónde vengo. El verano me causa sofoco, me hace recordar tu olor a GYM, el ir y venir de tu cuerpo por las calles de la fantasía Hacer reverdecer el tronco de un árbol añejo, pareciera ardua labor de la primavera, me gusta esa estación. Esa es.

 

No temo al abismo, porque lo he escalado más s de tres veces, dicen que el amor, debe vivirse donde quiera que este. Disfrutarlo como fruta de cactus silvestre en medio de espinas. Por eso tomo de ti, el tiempo compartido, la intención escondida del arreglo de tu cara, en el espejo, el tiempo de tu sueño cuando das la espalda contra espalda a tus noches sangrando de cotidianidad

 

LEMMOX

EL QUETZAL EN VUELO