Te conocí durmiendo.
Serena como el espejo que forma el lago en la tarde.
Ligera, como la brisa traviesa que va besando los árboles.
Cómo el sendero de tierra que se esconde entre trigales
En tu cuna, como una bola de azucar.
Dormida como el invierno
al caer la noche oscura.
Acostadita en el lecho
Que te dibuja la luna.
Que paz destilan tus labios infantiles.
Cómo dibuja Dios tu carita de lana
Te imagino soñando caballos invisibles
Mojando tus pies descalza sobre la espuma salada.
Se que despertarás riendo
Que al abrir los ojos,
tu risa de niña pura será como el aire fresco.
Déjame esperar sin prisa ese momento.
Que viéndote dormir sueño que sueñas,
Y quizás en sueños pueda arrancar de ti tu sufrimiento.