Podrá el viento soplar muy fuerte,
podrá un volcán cubrirlo todo de lava,
podrá nublarse el sol,
podrá caer un aguacero interminable…
y aun así, mi amor por él seguiría de pie.
Porque amarlo con el alma
es saber que, incluso después del caos,
siempre vuelve un bonito atardecer.
Pensarlo me enciende una sonrisa,
y amarlo endulza mi alma;
nunca creí que pudiera amar tanto
y al mismo tiempo tener que callarlo.
Te amo, vida de mi vida;
rey de mi corazón.
Siempre soy tuya,
aun cuando no estoy.