Poesía Herética

Escultura

 

Para quienes han visto en el cuerpo amado una obra de arte tallada por los dioses, donde cada curva es un poema, cada línea un destino, y cada sombra una promesa de eternidad. Para quienes veneran no solo la forma, sino el fuego que late bajo el mármol, la historia que vibra en cada pliegue y el deseo que convierte la perfección en un viaje sin retorno. Que estos versos sean el cincel que nombre lo inefable: esa belleza que es a la vez templo y tormenta, ébano y brasa, divina y profundamente humana.

 

Para ti, mi Pantera Negra.