Se apoya el corazón con tanto esmero
para dar un remedio a cada vida
taba de salvación donde afligida
llega el alma buscando un compañero.
Las novedades andan por su alero,
y advierten juventud desasistida,
con enzimas de luna derretida
y liposomas hechos de lucero...
Rectángulo colmado de paciencia
en donde la salud en cajas vuela
y el alma se combina con la ciencia.
Allí, entre las recetas y precintos
el mismo corazón se vuelve escuela
al leer al enfermo los instintos.
Del libro: El cajón de las formas