Entendí
Que no sé nada
del tiempo…
Que es un arcano
para mí
y no comprendo
la Eternidad.
Me di cuenta que,
mi cuerpo
fuese finito y
lo rumiarían los días
éste envejecería
y un día se acabaría.
Que estamos hechos
De
Sonidos, cantos,
residuos, ruidos,
deseos, memorias,
compañías, historias,
susurros, silencios,
recuerdos y olvidos,
días y noches,
risas, llantos,
abrazos, de tardes,
sutiles detalles,
de resina que escurre
de entre los sueños.
Me di cuenta que,
Todo es pasajero
Transitorio.
Me di cuenta que,
vine al mundo
en su multiplicidad,
sin una razón, pero
amasando
posibilidades y
encontrando instantes
de gozo, motivos de
compañía,
antes de partir.
Me di cuenta que,
mis Padres
no durarían siempre
y que mis hijos
poco a poco,
escogerían su camino y
seguirían ese mismo
sin mí.
Y me di cuenta que,
Ellos no eran míos,
como suponía, y que
la libertad de ir y venir
es también
un derecho suyo.
Me di cuenta que,
todos mis bienes
se vaciarán como agua
entre las manos,
un breve instante,
tan fugaces
como fugaz es
mi propia existencia.
Los bienes quedarían
para uso de
otros ya que no esté
por aquí.
Me di cuenta que,
sentarme en mi jardinera
todos los días
por las tardes
no garantizaba
ser propiedad mía,
limpiarle
con esmero
sólo era una
fútil ilusión
de poseerla.
Me di cuenta que,
lo que llamaba
“Mi casa” era sólo
un techo temporal
que un día más,
un día menos
sería el abrigo
de otros.
Me di cuenta que,
Mi apego a las cosas,
sólo haría más penosa
mi despedida
y mi partida.
Me di cuenta que,
los caminos que recorrí,
los atardeceres que encontré,
los vientos que perseguí,
los árboles que planté,
mis flores, sus pétalos,
las aves y su plumaje que guardaba
no se irían conmigo.
Todos ellos,
No me pertenecían,
nada me perteneció.
Me di cuenta que,
mi fragilidad,
mis limitaciones
mi condición
de ser mortal,
de ser efímero,
me desvanecían por dentro.
Me di cuenta que,
Que la vida
continuaría sin mí
y que
al cabo de un tiempo
solo seré un recuerdo
hasta volverme un soplo
en el viento,
me olvidarían
hasta volverme nada.
Me di cuenta que,
No sé nada del Tiempo,
es un enigma para mí.
No comprendo,
La Eternidad y que
nada sabemos
sobre ella.
Acepté lo que tenía
que aceptar.
Me di cuenta que,
tenía que desarmarme
para reconocer
la vida como es.
Reconocer que,
todo es transitorio
y que funciona
mientras estemos
aquí en la tierra.