Todo pasa y todo queda
es la muerte nuestro fin,
entre uno y otro confín
todo gira como rueda;
no ha llegado alguien que pueda
para siempre pervivir,
tal vez, sólo redimir:
fe que ojalá jamás ceda;
él será nuestra esperanza,
nos alienta en el camino
y nos llena de verdad;
el Salvador de nuestra alma,
el que nos ha prometido
que algún día volverá...