No hay mejor poema
que un rostro feliz;
No hay mayor anhelo
que un delirio fugaz;
No hay una excelente lectura
si un poema honesto;
No hay versión doble de la vida
si no hay poesía.
El lector
no se pregunta,
viaja por las palabras,
siente ruidos extraños
y su alma interpreta
pegado a Dios…