Esencias que se Cruzan
Cuando dos destinos por fin se cruzan
tras vagar perdidos en multitud y tiempo,
cuando sienten que sus esencias armonizan,
que se escuchan sin necesidad de palabras,
entonces nace un vínculo eterno y profundo.
Esa unión que empieza aquí y nunca acaba
es el amor más cierto y delicado,
una fe que convierte en sagrado al ser querido,
donde el mayor regalo es poder darlo todo,
y esa entrega se vuelve la más honda alegría.
Amar es desear con toda el alma su bienestar,
es un canto de libertad y fuerza viva,
es el antídoto que ahuyenta toda sombra;
donde no llega el amor, crecen la pena y el hastío.
El amor es valentía, es fervor, es aventura.
Solo quienes se abren y muestran su corazón
pueden sentir el fuego de ser correspondidos,
porque el amor es diálogo constante y sincero,
es bondad que se ofrece sin medida,
y en ese intercambio, el alma se enriquece.
Pues al dar lo mejor de nuestra esencia,
recibimos luz que llena nuestro ser.
Amar no es lastimar ni poseer al otro,
sino caminar a su lado con paciencia,
sosteniendo su mano en cada paso.
Es aprender a verlo con sus claros y sus sombras,
celebrar cada triunfo que él alcance,
quererlo en su verdad, sin querer cambiarlo,
amar sus virtudes y también sus fragilidades:
esa es la esencia de un cariño verdadero.
Porque el amor vive de la comprensión,
del perdón que renueva cada día,
y del respeto que honra su existencia.
Amar es mirarlo y encontrar un hogar,
es fundir dos sueños en un solo vuelo.
Es sentir que el mundo tiene nuevo sentido,
que el silencio compartido es una melodía.
Amar es confiar, es creer en su camino,
es construir un refugio contra el frío,
donde ambos corazones laten al unísono.
El amor es un faro en la niebla espesa
que nos guía hacia puertos de calma,
es la fuerza que nos hace más nobles,
la chispa que enciende nuestra entrega,
el jardín donde florece la esperanza.
Por eso debemos amarlo con ternura,
cuidando ese milagro que nos une,
regando con detalles la semilla,
porque el amor, si se nutre, nunca muere,
y transforma lo común en algo eterno.
Amar es, en fin, encontrar en otro ser
la razón que da luz a nuestro camino,
es ver el cielo en sus ojos claros,
es querer amarla más cada mañana,
y en ese querer, descubrirnos completos.
—Luis Barreda/LAB
Los Ángeles, California, USA
Noviembre, 2025.