¿Dónde estás?
A dónde se fue ese hombre
que llegaba a mi día
como un rayo tibio.
A dónde se fue
el que dejaba migas de ternura
en cada palabra,
el que parecía reconocer mi alma.
Dónde quedó
ese hombre que un día
prometió quedarse,
que miraba como si en mis ojos
encontrara un refugio.
A veces siento
que aún está cerca,
pero en otra orilla...
vivo en algún rincón
donde mi recuerdo lo toca
y él finge que no tiembla.
¿Dónde estás?
Tal vez no te has ido…
tal vez solo te ocultaste
detrás del miedo,
o detrás de la versión
que aprendiste a ser
para no sentir demasiado.
Y aun así,
a pesar de la distancia,
a veces juro escucharte:
en lo que no dices,
en lo que callas,
en lo que (sin querer)
todavía me queda de ti.