¿Y ahora qué?
esperar que llegue un nuevo amor
o quizás, acostumbrarme a la soledad,
pues procuraré, que tus recuerdos
ya no me atormenten,
viviré para ser libre de ratos amargos,
pensando que escogí la mejor decisión,
en un futuro, donde ya no signifiques, nada para mí.