FRANCISCO CARRILLO

dos.

ME ENGAÑO

 

Como a Aquiles su talón

o al quijote Dulcinea

como el cabello a Sansón

o a Ulises son sus sirenas,

pues así la devoción

que siento por los poemas

así, me fallan las fuerzas

si no me expreso entre letras.

 

Como el fénix que en cenizas

se niega por renacer

igual que se echa a perder

la fruta, que no es cogida

igual que pierde su vida

sin el agua, ese pez

pues así pereceré

si me falta la poesía.

 

Y me intento convencer

que escribir, es mi tortura

si me debo a la escritura

y las letras son mi ser

aún así, quiero entender

que estoy cuerdo en mi locura

que los versos son mi ayuda,

y los poemas mi piel.

 

Pero me siguen las dudas

como el fénix que en cenizas

se niega por renacer,

como las frutas podridas

que se dejaron caer

igual, que pierde la vida

sin el agua, ese pez

pues así muero en poesía.

 

Por negarme lo que soy

por creerme la mentira

por ello, mi cuerpo expira

enterrándose de letras

y me niego, a ser poeta

si la verdad es distinta,

que muero por escribir

y sentirme parte de ellas.

 

Me engaño, de sentimiento

y engaño mi corazón

si me llamo constructor

y poeta no me siento,

porque escribir es mi sueño

porque en mi, los versos son

mi alma, mi mente y mi cuerpo

y el hacerlo, mi ilusión.

 

 

SIETE SILENCIOS

 

Siete silencios quisieron

que de voz, quedara mudo

la desidia fue el primero

la ignorancia fue el segundo,

fue la impaciencia el tercero

han sido siete te quiero

prometidos y no dados,

por verguenza tuve el cuarto

por costumbre, quinto y sexto

y en el séptimo declaro.

Que te quiero cada día

y culpable soy si callo

y que pago mi pecado

pues te dije que lo haría.

Siete silencios marcados

con el alma los soporto

y ahora destrozo y rompo

porque no llegue el octavo.

Te quiero en la distancia

te lo digo a todas horas

mis silencios, son la coma

de este amor entre palabras

siete silencios son nada

si se guardan en el alma,

mil rosales de esperanza

te daré, por siete rosas

el primero, mi constancia

el segundo mi deseo

será mi amor el tercero

el cuarto será respeto

mi amistad, el quinto y sexto

el séptimo, lo que falta.

Siete silencios me matan

y me destrozan por dentro

he sentido esos silencios

como siete puñaladas,

hoy terminan y se acaban

ofreciendo mil te quiero

a Paraguay, desde España.