Mi alma cual necrótica
ha descubierto la maravilla
de los cambios repentinos.
Hoy, la mariposa ha nacido.
El putrefacto bicho,
aunque se percibía sin vida,
ha renacido. Ahora respira
y ya no tiene cinco sentidos.
De eso se trata, en algún momento
nos percibimos abatidos,
pero somos insectos
que en cualquier momento
podrían haber revivido.
La metamorfosis está transformando
y salvando este corazón malherido,
porque aún vale incluso
estando destruido.