Los Secretos de Madrid
La ciudad de Madrid
guarda secretos
en su antiguo Hotel París,
donde nos amamos
con hondo frenesí.
Esa noche lucías brava,
y me querías obviar,
empero te acompañaba
en la recámara sensual.
No avizoraba esperanza
ni vivir lo que vivimos,
más no cedí en el intento,
y el cuerpo cedió al fin.
Allí, en la cama,
silentes, trémulos,
épicos, los dos,
tú, guapa y taciturna,
esbelta y bella,
febril y desnuda,
quemabas
con tu cuerpo.
Nuestras pieles rozaban,
y el eros ardiente
se erizaba en ti.
Sabes, se entendían.
¡Hablaban!
Así recibías mi pasión.
Te abrazaba, te besaba,
y tú correspondías,
recibiendo mi clamor.
En el silencio cómplice,
sonreías,
mientras el hotel se estremecía,
y así Madrid, llena de amor,
amanecía.
Inolvidables instantes,
porque fuimos irreverentes,
todo por ti y por mí,
por los secretos del Hotel París.