TRABAJAR BAJÓ EL CALOR
Trabajar bajo el calor de la temperatura, con el sol pegando fuerte y el sudor que marca mi piel, a veces llega el cansancio, las manos duelen, pero en el centro de mi pecho late algo que me sostiene:
Tu amor.
Porque aunque el día pese, y el cuerpo se rinda en el final de la jornada, hay una luz que me renueva, una esperanza dulce que me levanta:
Tu mirada.
Camino entre horas largas y silencios ardientes, pero mi corazón sabe que todo vale, que la felicidad no es instantánea, sino esa cosecha que se cuida, como yo cuido cada paso para llegar a vos.
Bajo el fuego del verano, en la rutina que a veces quema, mi alma encuentra descanso en tu nombre, y mis manos cansadas se transforman en alas cuando recuerdo que mi destino no es solo trabajar, sino amarte, y vivir en esa felicidad que me pertenece.
Porque sí, el calor agota, la vida exige, pero tu amor es brisa, es agua, es sombra, es mi recompensa y mi respiro, mi razón para seguir,
para sonreír aun cansado y decir con orgullo en medio de mi sudor:
Estoy cansado, pero lleno de vida, pero lleno de amor, pero lleno de vos.