Patricia Aznar Laffont

Página, tan sólo mía

Escribiré a mi manera

a la más negra noche,

a la más amarilla alba,

  al más pernoctado día,

a mi propio sin destino,

que duro e insomne, jamás declina,

 a esas mis luces y sombras,

a mis ocasos sin soles, tardíos...

 

en esa intrincada página

del libro de mis días,

tan sola, tan loca,

transparente,

sólida,

opaca

y tan mía...

 

 Escrita 

sin armonía,

sobria,

jocosa,

asesina,

sombría 

 y de muerte,

ya casi sin vida,

 

desgarrada y agria,

de letras que crujen, perdidas,

 

ignorante de estrellados cielos,

escrita

en tintas cegadas de sin lágrimas 

de dolor,

enceguecidas, 

 

atormentada de silentes,

vacías naderías.

 

Página arrugada,

enloquecida 

por tiempos de hundidas sangrías. 

 

Tan desgastada, quemada,

aletargada,

de dioses,

adormecida.

 

En donde escribiré lo que soy, fui y seré:

 

la errante sombra,

 la voz doliente, aullante,

el grito que cavado no calla,

la mirada apagada de amores, perdida...

 

  En donde escribiré 

ya seca y arrugada de insolentes  porfías,

 infértiles polvos

 y de tiempos de hielos, ungida,

 

este, mi caótico,

cobarde y valiente camino,

 

atrapado y ya de sin luces,

enceguecido.

 

Tan muerto.

Tan gélido.

Tan frío.

 

Hecho de enhiestas fábulas,

 

Y de los más enlodados, 

enigmas.

 

(Patricia)