La vida, caprichosa y dura,
me lanza pruebas que no pedí,
montañas que no elegí subir,
caminos que jamás soñé transitar.
Me empuja, me golpea, me cansa…
y aun así, aquí estoy.
He aprendido que ser valiente
no es no tener miedo,
es seguir andando cuando duele,
cuando tiembla el alma,
cuando las fuerzas parecen un susurro
y el corazón apenas late entre sus propias grietas.
Quizá sea destino
Quizá sea que tengo un alma testaruda
que se niega a vivir apagada.
Porque incluso cuando la nube baja,
cuando la vida me golpea sin piedad
y mis fuerzas tiemblan…
hay un fuego dentro de mi que no se apaga
Quizá la vida quiere enseñarme
Que tambien los dias mas tristes
Tienen semillas que solo brotan en la sombra.
Que no todo lo gris es tormenta,
que a veces también es raíz.
Y aunque la vida me maltrate,
y me deje sin aliento,mi alma testaruda
No se apagada.
Soy la que baila bajo la lluvia,
la que convierte la sombra en lección,
la que transforma cada caída
en un renacer más feroz
una y otra vez,
algo dentro de mí —pequeño, terco, invencible—
se levanta.
Porque hay una luz que no se apaga,
una voz que dice: resiste,
y un alma que, a pesar de todo,
sigue creyendo que un día sadra el sol pata mi.
vorvere a reir...