Crisbel Ferrer

Nunca aprendí

Qué triste que aún hoy,

después de todo,

del tiempo pasado

y del tiempo perdido,

quiera refugiarme

en los brazos de alguien

que, sin duda,

a mí no me ha elegido.

 

Es que yo romantizo todo lo que vivo,

lo que leo,

lo que escribo.

 

A pesar de la soledad de mi alma,

mi corazón prevalece

sobre todas mis lágrimas,

 

porque en mí abunda

un inmenso amor

que nunca

ha logrado ser comprendido.