Una botella con tapón
cerrada para siempre
temiendo agitación
encerrada en el vasto mundo
por su inminente descorchación.
Un pecho abierto sin mediación,
sangrando sangre
apunto de la desangración
herida gracias a tí,
el fruto de tu traición.
Lagrimas recorren
por este vello cañón
no son solo sangre,
son gotas de curación.
A medida que se arrastran
comienzan la rehabilitación
te fuiste sin pedir permiso
y me dejaste al borde de la perdición.