Todo lo que yo limito a un mínimo capítulo
en mi historia si realmente a algo pertenezco
queda sólo en inquietudes que no cumplo,
aquí cual muro entre dos mundos
que ni casi apenas soy consciente de hasta hundirme
sin fin a la agonía de este modo que ahora sigo...
En mi rol deserción es el último camino
que pudiera hacer yo, aún por proscrito
que reniego del perdón cuando poco he errado,
cuando más me he perdido en desagrado
creyéndome vivo, eterno, imborrable.
Es la ruina de un día ya que sí inalcanzable
pues quién dice que siga en alguna otra parte
sin nuestras sonrisas contrarrestando lo amargo
de su despedida desde distante cristal roto.
Me sacudo del sol como tal cada uno
debe hacerlo mejor que ser pobre obsesivo
con sumar su elección, porque hoy no me animan
ni tantas caricias estremeciéndome entero
y he dejado de lado el inmenso ajetreo
para verme a mí solo que en el fondo me quedo.