invictool

Ya no queda nada...

Trato de agitar mi vacío interior,
por si acaso algo resonara.
Ahora que te fuiste,
he perdido mi inspiración;
se fue mi musa.

Intento hallar motivación en mí mismo,
pero las palabras se escapan;
ya no quiero escribir.
Hay un poeta muerto
en cada página.

¿Quedará alguna chispa de lo que fui?
¿O me marchitaré sin ti,
como el perro fiel
que guarda en su pecho los recuerdos
de quien nunca volverá?

Quizá deba ser yo mi propia inspiración,
pero sé, en el fondo,
que nunca habrá una obra como la tuya.

Tú eras la voz
que atravesaba primero el silencio,
la mano que guiaba mis palabras
cuando yo temblaba.

Me digo que podré seguir,
que un poeta debe bastarse a sí mismo,
pero la verdad es que me faltas
en cada verso que intento nacer.

Y aunque me esfuerzo por encenderme,
toda chispa que logro crear
me recuerda que ya no brillo igual;
sin ti,
solo soy la sombra de mi palabra.

Ahora solo escribiré
sobre el vacío que dejaste,
sobre el instante en que te fuiste,
sobre cuánto dolió,
sobre la soledad que quedó en mí.