gaspar jover polo

NECESARIA SUSTITUCIÓN

LA NECESARIA SUSTITUCIÓN

 

Una mañana dejó de atronar las calles
montado en su ruidoso vehículo motorizado, 
y a partir de entonces
otro sonido,
otra cosa no vino a sustituir 
la estampida molesta del modesto tractor,
otra forma de llenar el silencio del espacio
tan frecuente a primera hora, algo así como
el trino de un pájaro semioculto en lo alto de un edificio, 
de un mirlo o de un estornino,
tan comunes por cierto,
o un nuevo giro de los acontecimientos
que viniera a rellenar la ausencia 
de aquel traqueteo y runrún. Dejó para siempre la calle
sin el petardeo tan suyo y característico, y
ya no hubo un remplazo serio, evidente, consolidado, 
ya no hubo de pronto ni siquiera un rumor 
parecido, 
un chasquido cercano o el estruendo de un trueno 
lejano como sustitución.

 

Gaspar Jover Polo