De boca sonriente,
a la senda del vicio te arrojaste,
y eso me daba coraje...
¡Dónde andarás, que no apareces!
¡Ay, ese romance!
que salio de noche y no vuelve...
Estoy casi exangüe,
esperando ofrecerte un té caliente,
y con mi manta taparte...
Cómo será, que aun puedo amarte,
tan inconsciente...
si es cuestión de vida o muerte...