MI DOLOR EN EL ALMA Y MI SOLEDAD
Mi dolor en el alma camina conmigo, como una sombra que no se anima a irse, como un susurro que cada noche me recuerda lo que falta, lo que duele, lo que aún sigo buscando.
Mi soledad se sienta a mi lado, me mira en silencio, me abraza sin permiso, y a veces me pregunto si algún día dejará de ser mi única compañía.
Pero aparece tu nombre y en ese instante, una luz tan pequeña como un suspiro me atraviesa el pecho.
Porque aunque duela, aunque el alma tenga cicatrices, cuando pienso en vos se calma el ruido adentro.
Y entiendo que mi soledad solo existe para que tu presencia la cure, que mi dolor espera tus manos, tu voz, tu mirada, como quien espera el amanecer después de la noche más larga.
Si algún día llegás a mi vida como un abrazo que no se va, entonces mi dolor tendrá sentido, y mi soledad sabrá que siempre estuvo guardando un lugar para vos.