Tuve un sueño repentino
mucho antes de despertar
tan intenso que, a dudar,
puso el paso en mi camino.
Yo soñaba que el destino
me apartaba ya de ti
y en mi corazón sentí,
una herida que sangraba
y entre lágrimas gritaba
¡No te apartes hoy de mí!
Y fue un sueño doloroso
del que abrupto desperté
sin saber luego un porqué
tuve un sueño así espantoso.
Y pensando ya en reposo
tu silueta vino a mí
y a mi lado te sentí
en los brazos de Morfeo
y sin cuentos ni rodeo…
¡Me alegré y me estremecí!