“La sombra fugitiva de su amor”
Corrí tras de una sombra que vagaba
por la orilla de un río que sereno
los rayos de la luna reflejaba
sobre las flores negras del terreno.
No pude detener su desenfreno
pues la sombra sin más se adelantaba
corriendo por el bosque como un trueno
y al llegar la alborada se escapaba.
No hubo noche que no la persiguiera
y aun sabiendo que no la alcanzaría
me bastaba con ver que se alejaba.
Qué iluso fui en pensar que volvería
soñando que de nuevo me quisiera
quien hoy hasta su sombra me negaba.
Mis flores han perdido su color
ya son negras, por falta de su amor.
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