El amor es como un bajel.
Te lleva a cualquier vergel.
Y se un hunde una sola vez…
A diferencia de cuando tienes fe.
Que, aunque no conoces el destino,
te entusiasmas a lo largo del camino,
con tan ni siquiera, llegar a tu puerto.
Cuando estás inundado de Amor y fe.
Te inundará la certeza, de que, aunque
se te inunde tu nave, permanecerás
a flote sin hundir.