Zapatos gastados
por tanto andar...
Fiebre neurálgica de
equilibrios y desequilibrios,
cielo nublado que aplasta y asfixia,
amenaza a esta húmeda ciudad, la cual
sedentaria no atiende a los sedientos...
Mugrientos por las luces,
luces confundidas con la niebla...
Hileras de postes tirados a la apuesta,
basura abandonada en la esquina,
calles viejas, rotas, desadoquinadas,
murmullan un tango triste, como el tango...
Zapatos gastados
por tanto andar...
Espesor de bosque y amparo de campo, libertad del pájaro surcando el aire...
Noche de estrellas, luna como ninguna,
sombras que acontecen los acontecimientos;
zapatos, chaqueta gastada, murmullos de ciudad y rostros pervertidos luciendo tristes bajo el farol...
Camino.
Hernán J. Moreyra