gaspar jover polo

EN UNA PRIMERA FASE

EN UNA PRIMERA FASE

 

Si en una primera fase elimináramos

por innecesarios los chalés o segundas residencias,

es claro que los bancales y bancaletes se librarían

de un peso artificial, de una porción de materia

inerte, brillante a veces, fosforescente incluso,

que en ocasiones daña la vista.

Y, al poco, volverían a crecer las matas

rastreas, los arbustos, y, sin ton ni son, volvería la hierba,

con sus conejos, sus liebres, y al final del proceso,

también con sus gatos monteses y sus flamencos,

revivirían los antiguos olmos de las orillas

y no haría falta asfaltar los caminos,

ni cometer la imprudencia de levantar un muro

alrededor, un muro pequeño o una valla metálica

porque a nadie se le ocurriría asaltar

una propiedad improductiva, una vacía parcela.

Y gracias a esto, el campo se extendería,

de manera automática, por la superficie blanda,

por todas partes de tierra

y pienso que aflorarían, con ímpetu silvestre

y con renovado brío, las especies,

y que se dejarían ir durante una temporada.

 

Gaspar Jover Polo