Me Engañaste
Me prometiste el sol de la mañana,
tu voz un canto de esperanza clara.
Bajo la lluvia de tus dulces palabras,
mi corazón creyó que no pasaba nada.
Te entregué el mapa de todos mis secretos,
mis grietas, mis anhelos más discretos.
Pensé que eras el puerto y la bonanza,
y solo eras la sombra de la esperanza.
Me engañaste con tanta delicadeza,
que no sentí el filo de tu certeza.
Cada promesa fue un puñal de ausencia,
vestido con la piel de la paciencia.
Ahora queda este eco de tu engaño,
un vacío que crece y no me baña.
Solo el recuerdo de un amor extraño
que se murió sin darme una mañana.
Y en el espejo de la despedida,
sé que tu amor fue solo una mentira.