Desde todas partes me asumo frontera que derribar
y no librar los sueños sino la realidad que espera
al otro lado del río, de la orilla, donde duerme la ilusión,
aunque no haya papeles ni pasaje de regreso a casa,
aunque la marea remueva la arena que me abraza,
aunque la ciudad se llene de palabras irreconocibles
y me digan que hay un muro que mantener muy alto
para evitar que nos cunda el miedo en la imaginación.
No hay misión en mis palabras, solo urgentes anhelos,
una queja tal vez, un reclamo, una declaración que hacer,
y es que, casi todo está construido dentro de las fronteras,
todo, excepto el amor, la justicia, la libertad… la humanidad.
Borrar los límites no es una opción, es una necesidad.