Todavía sigo embriagado,
mantengo mi voluntad al margen
dentro de este blanco plano.
Y todavía sigo crudo
dentro del áspero sentir
del frío mundo sin vivir.
Nunca supe si era mejor soñar
y nunca despertar
en el caótico firmamento
O dentro de este lucido tormento
Sin mirar atrás,
Sin volver a nadar.
O la necesidad de habilitar
un impredecible infierno.
Vivo, respiro, lloro,
rio, canto, platico,
busco el amor,
busco el dolor;
Y sin mentir.
a veces... un poco de alegría y compañía.
Pero aún así,
un reflejo me alcanza
y siempre me me delata,
que no soy yo.