Los besos de mi abuela
son como inquietas mariposas
que revolotean muy traviesas
y en mi rostro suaves se posan.
Son ellos esa dulce y tierna
lluviecita que me suele empapar
haciendo que de mi corazón
gotitas de ternura tienda a brotar.
¿Sabían que los besos de mi abuela
tienen el sonido de las olas del mar?
ese sereno y cautivador murmullo
que me invita a despierta soñar.
Cuando mis manos ella suele besar
estas se convierten en aves
que vuelan buscando el cielo remontar
¡Por eso yo quiero, qué nunca
sus besos se vayan acabar!
¡Que alegría, es el tenerla cada día
y hoy yo se lo quiero demostrar
dándole el más tierno de mis besos