el brujo de letziaga

Un roce al paso...

 

Un roce al paso,
y el destino súbito fue tu mano,
con esa magia que nos ha concedido el tacto...

 

Un sudor nervioso,
por el calor oculto del deseo,
y ya de la mano, clavados por un amor inmenso...

 

Caminando ya un rato,
nos salió suspirante el primer beso,
como dos astros fuera de sus órbitas creando uno...

 

Pasado el tiempo,
será uno el que entierre al otro,
pues la vida se escapa como un estornudo en verano...