En la experiencia abstracta de existir,
en donde cada día es un episodio inesperado…
que no ha encontrado su cognición de ser.
En ese dilema rutinario…
que siempre nos tiene preparado algún extraño desenlace,
en ese evento improvisado…
que seguramente alterará el porvenir.
El conflicto de resolver algo que ni siquiera se advierte que será,
la batalla constante contra los engendros de la incertidumbre…
que disfrutan obligándonos a dudar de la verdad.
Ese sin sentido que parece que no tiene lógica ni dirección,
el apuro por querer que todo termine…
sin darnos cuenta…
que la historia empieza cada nuevo amanecer.
A veces me embarco en una melodía como está…
y navego sin rumbo cierto…en sus arpegios…a cualquier lugar,
(parece que cualquier sitio siempre será mejor que el ayer).
No sé si me gusta estar en estado melancólico,
no sé si me he acostumbrado a permanecer en el silencio de la nostalgia,
pues ya no añoro la compañía de nadie…
porque nadie es mejor compañía que la tristeza que me inspira…
para escribirle versos al viento…
que ojalá te lleven el recado de todo mi sentimiento.
Eso de querer se convirtió en mi mayor error,
debí haberte olvidado ya hace tiempo…
pero subestime tu esencia,
no me percate del poder de tu presencia…
hasta cuando tu ausencia se hizo notar.
Ahora toca vivir con la desesperanza…de no saber lo que vendrá.