Escribirte es lo que hago cada día; es mi cabeza y mi corazón hablándote, como siempre.
Hoy no sé si mis palabras puedan atravesar tantos kilómetros… al menos así lo siento.
Pero igual te escribo, porque no me rindo en el intento. Porque lo que nace de mí hacia vos merece llegar, aunque sea despacito, aunque sea desde lejos.
Y sí, quizá escribo mucho… pero es que cuando algo me importa de verdad, no me sale callarme. Te lo digo como soy: sin filtros, sin medida, con todo lo que siento.